jueves, 26 de julio de 2012

Redefiniendo distancias


Aun sin habernos recuperado comletamente de la experiencias vividas el lunes, el martes iniciamos un largo viaje con el Padre Patricio a Copán, donde se encuantra la Casa Populorum Progressio mas alejada de todos. Se trata de aproximadamente nueve horas de viaje que con el padre se convierten en doce merced a su especial regusto por pararse con todos y cada uno de los que se encuantra en las comunidades más alejadas. Salimos temprano  como viene siendo habitual cargados de cajas de galletas canadienses para repartir en Copán, y tras parar unas cuantas veces llegamos a nuestro destino cuando ya anochecía. Allí había un grupo de voluntarios de Palencia que iban a echar una mano y un voluntario de Valencia, Vicente, que lleva allí desde Enero y a quien se le nota el cansancio de la lejanía , el esfuerzo y la soledad. Siguen siendo para nosotros un ejemplo todas esas personas que se siguen consumiendo día a día en pos de hacer milagros...gracias por vuestra generosidad. Compartimos la cena con estos jovenes para quienes la posibilidad de estudiar era nula antes de conocer al Padre y sus milagros. Son siete muchachos y muchachas, alejados de casi cualquier cosa. Han pasado una mala epoca. Seis de ellos han estado con el dengue )enfermedad que se transmite por la picadura de un mosquito, en los ultimos meses, y damos fe de la abundancia de mosquitos, aranas y demas bichos -las chicas dormimos con una gallina en el dormitorio-. A la mañana siguiente, salimos a visitar dos escuelas financiadas desde Espana, de nuevo el  oasis en mitad de la nada. Repartimos galletas, libros, y zapatillas.POr donde va el Padre siempre va repartiendo. Al final de la manana, fuimos a visitar las ruinas mayas de Copan. Hora y media, a 'jopo' porque el Padre nos esperaba, pero que merecieron la pena por ver como los mayas tenian un sistema de drenaje mejor que el que ahora mismo hay en muchas casas hondurenas...cosas del progreso. De regreso a Tegucigalpa, lo de siempre, el Padre que se para, y convence a dos muchachos para que vayan a la escuela a la capital. En una de las paradas, para comer, el padre y Carlos ) el conductor del camion, que es enfermero gracias a Patricio) nos comentan las bondades del sistema nacional de salud hondureno. Te rompes un brazo, o una pierna, te dicen el material que tienes que comprar )claro está, en el sitio que ellos te dicen, aunque tu encuentres otro mas barato, tiene que ser el que ellos te dicen). Que tienes dinero y lo puedes comprar, pues sin problema. Que no tienes dinero, te vuelves a casa hasta que se te gangrena el miembro y ya te lo cortan. No es algo aislado, es habitual, de hecho nosotros hemos visto bastantes mutilados.
Regresamos tardisimo.De nuevo Fetin es nuestra idolo. Ha conducido hasta la extenuacion por caminos que riete tu de Carlos Sanz.
 Hoy hacemos tres semanas aqui... )y sin pelearnos). Nos acordamos de vosotros, os tenemos presentes, y el nombre de Juan XXIII anda ya por boca de muchos hondureños. Mañana mas y con fotos

2 comentarios:

  1. Gracias por seguir haciéndonos partícipes de cada cosa que vivís.
    Espero cada día el momentillo para ver el blog y seguiros en vuestras andanzas.
    saludad al padre Patricio, seguimos rezando por vosotros, por él y por todos los que estáis conociendo.
    Un abrazo muy fuerte a cada uno, lola

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