lunes, 9 de julio de 2012

Hola que tal¡¡¡¡
Sabeis que soy de pocas palabras...Lo de aqui no tiene explicacion, lo mire por donde lo mire...y deciros que parte de lo bueno de este viaje para mi, estan siendo mi pequeña "familia" de seis...Luismi....Teresa...Bego...Fetin...M" Carmen...Yomaira...hacen de esto una experiencia mucho mas rica, amable...dulce...porque no es facil ver y sentir todo lo que hay aqui. Un beso para todos.
                                                                                                                                   Elena

1 comentario:

  1. Es inevitable que al leer y reflexionar vuestros relatos el sentimiento primario que aflora es de culpabilidad. Esta culpabilidad puede generar tres sentimientos:
    PASIVIDAD: es tal la impotencia antes los hechos que nos cuenta, que pienso en lo mucho por cambiar, y que además compromete tanto que uno se bloquea; “no sé puede hacer nada desde este primer mundo” o “si estuviéramos allí…”. Pero aquí se acaba la historia.
    AGRESIVIDAD: esa realidad es tan diferente y tan doliente que agrede, y se reacciona de forma violenta; culpando a ello de todos sus males, utilizando el tópico de:”la culpa la tiene ellos por su forma de ser y por supuesto sus políticos”.
    GRATITUD: desde esa realidad tan diferente y doliente hasta nuestro primer mundo, me brota un sentimiento de agradecimiento al reconocer tantos dones materiales y espirituales que tenemos a nuestro alcance de forma gratuita y de forma inexplicable. Estos dones se convierten, desde la FE, en una fuente para cambiar y trasformar lo más próximo, lo más inmediato dentro de nuestra vida diaria y rutinaria. Si tenemos esta experiencia, entregarse a los demás y no juzgar, llegaríamos a ser “Humildes, también de corazón” como vuestra familia de Hondura.
    Os pido que transmitáis a vuestra familia de Hondura las gracias por darme una lección de experiencia cotidiana de Dios, sencilla, sin ruidos, simplemente vida vivida plenamente. También os pido que transmitáis las súplicas, a nuestro Dios que todo lo puede, para que sus condiciones materiales mejore y se acerque a un nivel de dignidad humana.
    GRACIAS por estar ahí, Elena

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